Introducción
Relevancia del tema
Textualidad: Cohesión y Coherencia son conceptos clave para la comprensión y producción de textos que tengan sentido y sean eficientes en su función comunicativa. En el ámbito de la disciplina de Portugués, especialmente en la Enseñanza Fundamental, comprender estos conceptos es fundamental para el desarrollo de habilidades de lectura, interpretación y escritura. La cohesión textual proporciona fluidez, permitiendo que las ideas se conecten de manera lógica y secuencial, mientras que la coherencia es lo que garantiza la lógica interna del texto, asegurando que las partes del discurso encajen en un todo comprensible. Ambos conceptos son herramientas esenciales para lograr la claridad, precisión y elegancia en la expresión escrita y hablada. Por lo tanto, dominar la cohesión y la coherencia habilita al lector y al escritor a navegar y construir el universo textual con competencia y destreza.
Contextualización
En el contexto más amplio de la disciplina de Portugués y del currículo de 6º año de la Enseñanza Fundamental, el tema Textualidad: Cohesión y Coherencia se sitúa como un puente entre el dominio de la gramática y el uso efectivo del lenguaje en situaciones prácticas de comunicación. Es una etapa avanzada en la alfabetización, marcando la transición del enfoque en aspectos aislados del lenguaje, como la fonética y la morfosintaxis, hacia una visión más integrada y funcional del texto. La adquisición de estos conceptos está en consonancia con las directrices curriculares nacionales, que preconizan la formación de individuos capaces de interpretar y producir textos diversos, participando activamente en las prácticas sociales de lectura y escritura. En este sentido, el abordaje de la cohesión y la coherencia textual asume un papel estratégico en la formación de estudiantes críticos, reflexivos y competentes lingüísticamente.
Teoría
Ejemplos y casos
Para desentrañar el misterio de los conceptos textuales llamados cohesión y coherencia, imaginemos una construcción. Si las palabras son los ladrillos, la cohesión es el cemento que las une, mientras que la coherencia es el proyecto del arquitecto que da sentido a la disposición de esos ladrillos. Un ejemplo puede ser un párrafo que comienza con la siguiente frase: 'El Sol es esencial para la vida en la Tierra'. A continuación, todas las frases añadidas deben estar conectadas a esa idea central, como 'Él proporciona la energía necesaria para que las plantas realicen la fotosíntesis', lo que mantiene la cohesión utilizando elementos de referencia a la idea anterior. La coherencia se verificaría si al final de este párrafo, tenemos una comprensión clara y lógica del papel del Sol para la vida terrestre, sin desviaciones temáticas inesperadas, como una frase sobre la economía de un país distante, que rompería la arquitectura del texto.
Componentes
Cohesión Textual
La cohesión textual es el conjunto de procesos lingüísticos que promueven la conexión entre elementos dentro de un texto, otorgándole una secuencia lógica y comprensible. Puede lograrse mediante conectores, pronombres, sinónimos y una variedad de recursos gramaticales. Por ejemplo, la utilización de pronombres como 'él', 'ella', 'ellos', 'ellas' para retomar sujetos u objetos mencionados anteriormente en el texto contribuye a mantener su cohesión, evitando repeticiones innecesarias. La elección de conectores adecuados, como 'sin embargo', 'no obstante', 'por lo tanto', 'entonces', indica las relaciones de causa, contraste, conclusión, entre otras, que son cruciales para la progresión temática del texto. Además, los sinónimos y expresiones equivalentes ejercen una función de renovación léxica, sin perjuicio de la referencia inicial, manteniendo el flujo de lectura sin redundancias que podrían hacerlo monótono o confuso.
Coherencia Textual
Considerada el pilar central de la textualidad, la coherencia es la propiedad que confiere sentido al texto, garantizando que las diversas partes formen un todo significativo. No solo se encuentra en los elementos lingüísticos, sino también en la relación entre el texto y el conocimiento del mundo de los interlocutores. Un discurso es coherente cuando existe una organización lógica de ideas, y el lector u oyente puede encontrar una interpretación plausible dentro del contexto. La coherencia es, por lo tanto, responsable de evitar contradicciones, asegurar la relevancia de la información y garantizar que el texto cumpla con las expectativas y objetivos comunicativos. Un ejemplo ilustrativo de coherencia sería un texto argumentativo en el que cada argumento presentado contribuye a sostener la tesis principal, y el lector es capaz de percibir claramente la posición del autor y los puntos de sustentación de esta.
Profundización del tema
Profundizarse en los conceptos de cohesión y coherencia es sumergirse en la esencia de la comunicación eficaz. La cohesión, por ejemplo, funciona no solo a nivel de la palabra o la frase, sino como un sistema que abarca todo el texto. Anáforas, catáforas, elipsis y sustitución léxica son ejemplos de herramientas cohesivas que funcionan en diferentes niveles del texto. Además, la cohesión puede ser explicitada por la articulación temporal y espacial dentro del texto. Por otro lado, la coherencia textual no siempre es transparente u objetiva, pudiendo depender fuertemente del contexto sociocultural y del repertorio de los interagentes, sacando a relucir el aspecto pragmático del lenguaje. La coherencia puede ser establecida, mantenida o incluso quebrada intencionalmente para efectos retóricos o estilísticos, lo que demuestra su complejidad y su relevancia en la interpretación y producción de textos.
Términos clave
Cohesión: Relación de conexión y armonía entre las palabras, frases o partes de un texto, realizada por recursos lingüísticos. Coherencia: Conexión, integración y claridad entre las ideas de un texto, garantizando que sea interpretado como un todo significativo. Anáfora: Referencia a un término o idea mencionada anteriormente en el texto. Catáfora: Referencia a un término o idea que será mencionado posteriormente en el texto. Elipsis: Omisión de un término que es fácilmente identificable por el contexto. Sustitución léxica: Uso de sinónimos, antónimos, hipónimos o hiperónimos para referirse a una idea ya expresada.
Práctica
Reflexión sobre el tema
Textualidad: Cohesión y Coherencia no son solo temas para aprender en pruebas: son la esencia de la comunicación eficaz en nuestra vida cotidiana. ¿Alguna vez has pensado en cómo las instrucciones de una receta serían confusas sin estos elementos? ¿O cómo una guía de montaje para una estantería sería inútil si las frases no estuvieran adecuadamente conectadas? Reflexionar sobre estos conceptos ayuda a comprender la importancia de expresarse claramente, ya sea en un trabajo escolar, en un correo electrónico profesional o en una publicación en redes sociales. Te invitamos a observar los textos que te rodean: identifica los recursos cohesivos y qué hace que un mensaje sea coherente o no. ¿Cómo podría la ausencia de estos aspectos alterar la comprensión o incluso la eficacia de una comunicación?
Ejercicios introductorios
Identifica los conectivos en las siguientes frases y explica la relación que establecen entre las ideas: 'Yo estudiaba para la prueba, sin embargo, decidí hacer una pausa.'
Lee el párrafo a continuación y, luego, reescríbelo eliminando la repetición de las palabras, sustituyéndolas por pronombres o sinónimos apropiados: 'El niño compró un libro. El libro era sobre aventuras espaciales. El niño amó el libro.'
Considera el siguiente texto e identifica cualquier punto donde la coherencia falle, justificando tu respuesta: 'Las ballenas viven en los océanos. El fútbol es un deporte popular. Los océanos están siendo contaminados.'
Proyectos e Investigaciones
Proyecto de Investigación: Creación de un Diario Textual. Durante una semana, recopila ejemplos variados de textos de tu día a día: anuncios, noticias, mensajes, letras de canciones, fragmentos de libros, entre otros. Analiza la cohesión y la coherencia presentes, identificando los recursos utilizados para establecerlas. Al final de la semana, comparte tus descubrimientos en un informe, reflexionando sobre cómo estos elementos contribuyen a la eficacia de la comunicación en los diferentes tipos de texto.
Ampliando
La apropiación de los conceptos de cohesión y coherencia abre la puerta para explorar áreas como el análisis del discurso, una disciplina que examina cómo se utiliza el lenguaje en textos para expresar significado e ideología. Además, los estudiantes pueden interesarse por la lingüística textual, que se adentra en las estructuras y estrategias que hacen que un texto sea comprendido como tal. La intertextualidad es otro concepto fascinante que aborda cómo los textos dialogan entre sí. Reconociendo alusiones, citas y parodias, el lector puede comprender capas adicionales de significado, ampliando su competencia interpretativa. Estos conocimientos pueden ser particularmente útiles en actividades de lectura crítica de medios diversos, tan necesarias en la era de la información.
Conclusión
Conclusiones
Al término de este capítulo, enfatizamos que la textualidad, sustentada por la cohesión y la coherencia, es mucho más que una habilidad lingüística; es un pilar fundamental para la comunicación humana. La cohesión textual, con sus mecanismos de conexión como pronombres, conectores y sinónimos, desempeña un papel crucial en la construcción de un texto fluido y accesible, permitiendo al lector seguir el desarrollo de las ideas presentadas sin sobresaltos o confusiones. Articulando las partes de un texto con un engranaje de referencias y encadenamientos, la cohesión es lo que permite que palabras aisladas se transformen en mensajes comprensibles y significativos.
La coherencia, por su parte, emerge no solo de la relación armónica entre las partes del texto, sino también de la interacción entre esas partes y el conocimiento del mundo del lector u oyente. Es la coherencia la que asegura que un texto sea percibido como un todo lógico y relevante, respetando los principios de no contradicción, relevancia e informatividad. La coherencia textual es dinámica y relativa, dependiendo de la capacidad de los interagentes de compartir entendimientos comunes y presupuestos, y es donde la subjetividad y la cultura entran en juego en la interpretación textual.
Por último, el dominio de la cohesión y la coherencia proyecta implicaciones significativas más allá del aula. Al mejorar la percepción y el uso de estos elementos, no solo emerge un lector y un escritor más capacitado, sino también un individuo más preparado para las infinitas prácticas comunicativas que impregnan las relaciones sociales y profesionales. Al fomentar la reflexión crítica y la observación atenta de los diversos textos que nos rodean, se despierta una conciencia sobre la potencia de la escritura y la palabra, fundamentales para la construcción de discursos persuasivos, presentaciones claras y diálogos efectivos. En última instancia, la cohesión y la coherencia son herramientas de empoderamiento en la sociedad de la información, permitiendo que cada individuo no solo descifre, sino también construya significados con propiedad y destreza.