Érase una vez, en la vibrante y colorida ciudad de Geometraland, vivía un joven y curioso detective llamado Lino. Lino era conocido en toda la ciudad por su fascinación por los ángulos y por ser un incansable explorador de misterios geométricos. Sus amigos lo apodaban 'El Maestro de los Ángulos', y le encantaba este título, ya que encapsulaba su pasión. Un hermoso día, Lino recibió una misión especial y desafiante: catalogar todos los tipos de ángulos encontrados en tres figuras geométricas esenciales de la ciudad: el majestuoso Palacio Cuadrado, la intrigante Montaña Triangular y el enigmático Valle Rectangular.\n\nLino comenzó su viaje en el imponente Palacio Cuadrado, un edificio que brillaba como oro bajo la luz del sol. Mientras Lino caminaba alrededor del palacio, notó algo fascinante: cada lado del Palacio Cuadrado era perfectamente igual al otro, y todas sus esquinas formaban ángulos rectos de exactamente 90 grados. Al observar los ángulos rectos, Lino imaginó que eran como los guardianes del lugar, supervisando la simetría y armonía del palacio. Estaba asombrado por la solidez y estabilidad de estos ángulos, que nunca cambiaban. Continuando su exploración, Lino encontró un cartel de metal en el suelo con una pregunta intrigante: '¿Qué tipo de ángulo siempre es de 90 grados?'. Pensando rápido, sonrió y murmuró, '¡Sí, es un ángulo recto!'.\n\nDecidido, Lino continuó su viaje y llegó a la Montaña Triangular, que se elevaba con gracia hacia el cielo. Mientras exploraba las laderas de la montaña, Lino se encontró con ángulos pequeños y afilados, menores de 90 grados. Estos eran ángulos agudos, siempre listos para una danza geométrica animada, llena de energía y vitalidad. Los ángulos agudos eran como jóvenes bailarines, ágiles y veloces, llenos de vida. Al subir más alto, Lino alcanzó la cima de la montaña y encontró un ángulo más amplio y relajado, mayor que un ángulo recto pero menor que 180 grados. Era el ángulo obtuso, con su presencia calmante y tranquila dominando el paisaje de la cumbre. Para avanzar, Lino necesitaba demostrar que entendía estos ángulos y respondió con confianza, '¡Un ángulo menor de 90 grados es un ángulo agudo, y un ángulo mayor de 90 grados pero menor de 180 grados es un ángulo obtuso!'.\n\nSu parada final fue el misterioso Valle Rectangular, donde las aventuras continuaban desarrollándose con nuevos secretos por descubrir. Al igual que en el Palacio Cuadrado, Lino encontró muchos ángulos rectos en casi cada esquina, pero sintió que el valle guardaba algo más. Continuando con su misión, se encontró con un ángulo con una apertura total de 180 grados, el ángulo recto, que parecía una vasta amplitud acogiendo a todos en el valle. El ángulo recto se extendía como un amplio camino, enfatizando la calma y plenitud del valle. Para desentrañar completamente los misterios del Valle Rectangular, Lino se formuló una última pregunta, dirigiéndose también a sus lectores: '¿Qué define un ángulo recto?'. Con un brillo en sus ojos, respondió, '¡Es 180 grados!'.\n\nY así, Lino, 'El Maestro de los Ángulos', concluyó exitosamente su viaje, siendo celebrado por las figuras geométricas de todo Geometraland. Ahora dominaba el arte de clasificar ángulos mejor que nunca y utilizaría este increíble conocimiento en todas sus futuras aventuras. Y tú, querido estudiante, ¿estás listo para seguir los pasos de Lino y convertirte también en un Maestro de los Ángulos?